Según las enseñanzas de los apóstoles, hay solo dos simbolismos que también reciben el nombre de ordenanzas: El bautismo, que representa la salvación que el Señor Jesucristo opera en el creyente y la Cena del Señor, que representa la muerte de Cristo en la cruz del calvario.
Ambas ordenanzas tienen un fin confesional, porque los creyentes confiesan a través de estas ceremonias su fe en Jesucristo; y también tienen un fin conmemorativo, pues el cristiano recuerda a través de ellas lo que su Salvador ha hecho por él.
Las únicas ordenanzas que fueron entregadas a las iglesias son el bautismo y la Cena del Señor. En la iglesia apostólica había solamente dos ordenanzas. No hay ninguna sombra de evidencia en cuanto a otras ordenanzas. En el desarrollo que vino en los siglos posteriores, se agregaron otras prácticas hasta completarse los siete sacramentos, pero el cristianismo apostólico conoció únicamente dos ordenanzas. Y siendo el Nuevo Testamento la premisa fundamental de la fe y práctica bautistas, nosotros aceptamos solamente estas dos.
La ordenanza del bautismo por inmersión se establece en las Escrituras. Todos los que se arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor tienen que ser bautizados. De esta manera se da un testimonio al mundo de que la persona ha muerto con Cristo y que juntamente con Él se ha levantado a novedad de vida (Mat. 28:19; Mar. 16:16; Hechos 10:47, 48; Rom. 6:4).
La Misión Bautista Buenas Nuevas obedeciendo este mandato del Señor, el pasado sábado 19 de Julio nos dirigimos a Comate, Bayaguana y allí celebramos nuestro Bautismo conforme al modelo bíblico que nos ha sido ensenado. Fotos de esta actividad ustedes las pueden ver dando un clic en cualquier área de este párrafo…