domingo, 12 de abril de 2020

lunes, 23 de diciembre de 2019

Teología de la adoración

La primacía y la importancia de la adoración

Solo Dios es digno de adoración y se deleita en su propia gloria, y así crea, busca, salva y ordena a su pueblo que lo adore. Aunque la vida entera de los creyentes debe caracterizarse por el servicio espiritual de adoración, Dios está presente y bendice a su pueblo de una manera especial en la adoración corporativa. Nuestro mayor deber y deleite es adorar al Dios trino en la belleza de la santidad (1 Crón. 16:29; Sal. 29: 2; 96: 9).

Liturgia

"Liturgia" es el nombre dado a lo que se acostumbra hacer en la adoración pública; es decir, cómo se adora regularmente a Dios. Una liturgia bíblica demuestra que el pueblo de Dios es su posesión más preciada, llamado y separado del mundo para estar reunido en la presencia del santo de los santos. Nuestra liturgia está diseñada para reflejar la adoración histórica y clásica en la tradición reformada. Nos esforzamos por la decencia, el orden y la excelencia en cada parte de nuestra liturgia para reflejar la belleza, la santidad y la majestad de Dios. Aunque la Escritura no prescribe una liturgia específica, revela su contenido y forma, que incluye la lectura y la predicación de la Palabra de Dios; oración; salmos, himnos y canciones espirituales; confesión; ofrendas sacramentos y la bendición Estos elementos están diseñados según el Pacto de Gracia, en el que Dios inicia la adoración, revela su voluntad y misericordiosamente trabaja a través de su Palabra. En consecuencia, el pueblo de Dios responde con humildad, reverencia y valentía invocandolo a Él con fe, ofreciéndole con agradecimiento, acción de gracias y alabanza, dando a Dios lo que ha recibido de su mano amable. Una liturgia bíblica manifiesta la obra salvadora de Dios entre su pueblo. Tal patrón dialógico se cumple en Cristo, a través de quien tenemos acceso al Padre y recibimos Sus bendiciones.

Adoración reformada centrada en la palabra

Dado que la adoración es de suma importancia, debe ser protegida por ministros ordenados encargados de proteger el Evangelio, dirigir la adoración y capacitar a los que están bajo su cuidado para ofrecer una adoración aceptable, en espíritu y verdad. Nos adherimos al principio de Sola Scriptura (solo por las Escrituras). Dios ordena ser adorado solo de acuerdo con su voluntad revelada, no de acuerdo con las preferencias personales y las modas culturales. El contenido mismo de la Palabra de Dios también debe ocupar un lugar destacado dentro de prácticamente todos los elementos litúrgicos. El púlpito está a la vista de todos, para comunicar la centralidad y la importancia de la Palabra de Dios.

Medios ordinarios de gracia

Dios establece soberanamente y aumenta la fe a través de los medios que EL ha ordenados, a menudo llamados medios ordinarios de gracia, que son vitales para el alimento y el crecimiento espiritual de los creyentes. Por lo tanto, se ordena al pueblo de Dios que participe regularmente en la adoración corporativa del Día del Señor, en dependencia del Espíritu de Dios, que aplica los beneficios de Cristo a través de Su Palabra y sacramentos. Por lo tanto, practicamos la predicación expositiva sistemática de la Palabra de Dios, reconocemos la oración hablada y cantada como el principal medio de gratitud y alabanza a Dios, y administramos los sacramentos del bautismo y la Cena del Señor. Celebramos la Cena del Señor el primer domingo por la mañana y el tercer domingo por la noche de cada mes. Como tal, somos una iglesia gobernada por los medios ordinarios de gracia. 

viernes, 15 de noviembre de 2019

El Dia del Señor y Los Padres de la Iglesia

Por Álex Figueroa F.
Hay quienes sostienen hoy en día que la práctica de la adoración dominical, tan extendida entre las iglesias, fue instituída por Constantino en el año 325 de nuestra era, con el objeto de hacer el cristianismo más amigable a las culturas paganas que componían en Imperio Romano, ya que el día domingo se celebraba al sol como deidad. Si siguiéramos esta línea de pensamiento, nos veríamos forzados a admitir que la adoración dominical constituye una transgresión flagrante a las Escrituras y una violación de la ley de Dios.
Sin embargo, ¿Es cierto que fue Constantino quien instituyó el descanso y la adoración el día domingo? La evidencia literaria de los llamados «padres de la iglesia» nos lleva en sentido contrario. Sus escritos confirman que esta práctica traza sus orígenes al siglo I, es decir, el nacimiento mismo de la cristiandad.
Pese a que los escritos patrísticos no son regla de fe para quienes profesamos la fe bíblica, constituyen un antecedente histórico importante -y podríamos decir concluyente- que nos permite constatar que la adoración dominical fue instituida por Cristo mismo a través de sus Apóstoles.
Revisemos algunas de sus afirmaciones, teniendo en cuenta el año en que probablemente se hicieron, así como su lugar de procedencia, que nos habla de la extensión geográfica de esta creencia:
Justino Mártir (100-165 d.C., Flavia Neápolis, antigua Siquem, Cisjordania): “Y en el día llamado Domingo, todos quienes viven en las ciudades o en el campo se reúnen en un lugar, y se leen las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas, tanto como el tiempo lo permita; entonces, cuando el orador ha terminado, quien preside instruye y exhorta verbalmente a imitar estas cosas buenas. Luego nos levantamos todos juntos y oramos, y, como dijimos antes, cuando nuestra oración ha acabado, son traídos el pan, el vino y el agua, y el presidente ofrece oraciones y acciones de gracias de acuerdo a su capacidad, a lo que el pueblo asiente diciendo “Amén”. Luego se distribuye a cada uno, y se reparte algo de lo que fue objeto de acción de gracias, y los diáconos hacen llegar una porción a quienes estuvieron ausentes. Y aquellos que poseen alguna cosa y están dispuestos, dan lo que estiman conveniente, y lo que se recolecta es depositado con el presidente, quien socorre a los huérfanos, a las viudas, y a quienes están en necesidad, ya sea por enfermedad o cualquier otra causa, y aquellos que están en cadenas, así como a los extranjeros que residen entre nosotros, teniendo cuidado de todos quienes se encuentran en necesidad.
Pero el Domingo es el día en el que todos nosotros hacemos nuestra común reunión, porque es el primer día, el día en que Dios, habiendo forjado un cambio en la oscuridad y las cosas, hizo el mundo; y el mismo día en que nuestro Salvador Cristo Jesús se levantó de la muerte” (Primera Apología de Justino, Cap. 67).
Ignacio de Antioquía (ca. 117 d.C.): “Permitid a cada amigo de Cristo guardar el Día del Señor como un festival, el día de la resurrección, principal y rey de todos los días (de la semana)” (Carta a los Magnesios, Cap. IX).
“Al amanecer del Día del Señor Él se levantó de la muerte, conforme a lo que Él mismo pronunció: “como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.” El día de la preparación, entonces, comprende la pasión; el Sabbat acapara el sepultamiento; el Día del Señor contiene la resurrección” (Carta a los Tralianos, Cap. IX).
Bernabé (ca. 100 d. C.): “Por último, les dice: Vuestros novilunios y vuestros sábados no los aguanto. Mirad cómo dice: No me son aceptos vuestros sábados desde ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que, haciendo descansar todas las cosas, haré el principio de un día octavo, es decir, el principio de otro mundo. Por eso justamente nosotros celebramos también el día octavo [el domingo] con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos” (Epístola de Bernabé, XV, 8).
Orígenes (Alejandría, 185 – Tiro o Cesarea Marítima, 254): “En domingo, no se debe hacer ninguna de las obras del mundo. Absténganse de todas los trabajos de este mundo y guárdense libres para las cosas espirituales, vayan a la iglesia, escuchen las lecturas y las predicaciones, mediten en las cosas celestiales” (Homil. 23 sobre Números 4, PG 12:749).
Cipriano de Cártago (ca. 258): “El octavo día, que es, el primer día después del Sabbath, y el día del Señor” (Epístola 58, sección 4).
Didaché (ca. 70-100): “Los días del Señor reuníos para la partición del pan y la acción de gracias, después de haber confesado vuestros pecados, para que sea puro vuestro sacrificio” (XIV, v. 1).
Tertuliano (ca. 160-220, Cartago): “Nosotros nos alegramos el domingo espiritualmente, no por el culto, o veneración del Sol, sino por fines más altos. Los gentiles en Sábado celebran sus fiestas a Saturno, diferenciándose mucho del rito judaico que ignoran, que en los Judíos el ocio del Sábado es misterio: en los gentiles soltura para ocuparse en todo género de lascivias. Nosotros en todo nos diferenciamos de todos; porque el día después del Sábado es nuestra fiesta, y el rito es honesto y sobrio” (Apología de Quinto Septimio Florente Tertuliano, Presbítero de Cártago, Contra los Gentiles, en Defensa de los Cristianos, cap. XVI).
Clemente de Alejandría (ca. 150-211): “Un verdadero cristiano, de acuerdo con lo ordenado en el evangelio, observa el dia del Señor echando fuera todos los malos pensamientos y dedicándose a todo lo bueno, honrando la resurrección del Señor, la cual tomó lugar en ese día” (Stromata, L. VII, XII.76.4).
Atanasio de Alejandría (ca. 296-373): “El Sabbath fue el fin de la primera creación, y el día del Señor el comienzo de la segunda, en la cual renovó y restauró lo antiguo de la misma forma que prescribió que debían anteriormente observar el Sabbath como memorial del fin de las primeras cosas, así nosotros honramos el día del Señor como memorial de la nueva creación” (Sobre el Sábado y la Circuncisión III).
Eusebio de Cesarea (ca. 275-339): “[El grupo herético de los ebionitas] Guardaban el sábado y toda la conducta judaica, pero el domingo observaban prácticas parecidas a las nuestras en memoria de la resurrección del Salvador” (Historia de la Iglesia, XXVII, 5).
Concilio de Laodicea (ca. 363-364, Anatolia): “Los cristianos no han de judaizarse y no deben estar inactivos en el Sabbath, sino que deben trabajar ese día. Deben, sin embargo, reverenciar particularmente el día del Señor, y, si es posible, no trabajar en él, porque son cristianos” (Canon XXIX).
Toda la evidencia anterior lleva al historiador suizo Philip Schaff a concluir: “La celebración del día del Señor en memoria de la resurrección de Cristo, data indudablemente de la era apostólica. Nada menos que el precedente apostólico puede explicar la observancia religiosa universal en las iglesias del segundo siglo. No hay una sola voz de disensión”.
“La observancia universal y no contradicha del domingo en el segundo siglo sólo puede ser explicada por el hecho de que esta tiene su raíz en la práctica apostólica” (Vol. 1; pg. 478-479).
Soli Deo Gloria

sábado, 3 de agosto de 2019


Espero que sean de utilidad para el Pueblo de Dios estos trece (13) artículos de fe explicativos y argumentativos que fueron escritos por el pastor Sugel Michelén el quince (15) de mayo de 2011. En ellos se expresa de manera sencilla lo que creemos sobre el día de reposo. 

1. El hombre creado a imagen y semejanza de Dios tiene el deber de imitarle, y nuestro Dios estableció en Su obra creadora un patrón de 6 días de trabajo y 1 día de reposo (en el 4to mandamiento del Decálogo Dios mismo hace esa conexión entre Su ejemplo y nuestro deber; comp. Ex. 20:8-11).

2. Al finalizar Su creación Dios bendijo el 7mo día y lo santificó, dice en Gn. 2:1-3. De manera que el día de reposo no fue instituido por Dios en el Sinaí, ni fue diseñado exclusivamente para el pueblo de Israel. Se trata de una ordenanza de la creación, como el matrimonio y el trabajo, establecido por Dios para beneficio del hombre, como dice el Señor en Mr. 2:27.

3.- El día de reposo suple dos necesidades básicas del hombre: la necesidad que tenemos de darle reposo a nuestros cuerpos y la de tener comunión con Dios sin los impedimentos propios de una vida de trabajo en el resto de la semana. Por lo tanto, se trata de una bendición y un privilegio, no de una camisa de fuerza de la que sería mejor librarse.

4. El día de reposo fue incluido en los Diez Mandamientos, el resumen de la ley moral de Dios, escritos en dos tablas de piedras por el mismo Dios. Esos Diez Mandamientos poseen una importancia singular en el conjunto de las leyes mosaicas.

5. Pablo enseña en Rom. 2:14-15 que aún los gentiles que no conocen la Palabra de Dios tienen la obra de esa ley moral escrita en sus conciencias. Por lo tanto, esa ley moral sigue siendo el estándar divino para juzgar lo que es pecado y lo que no lo es (comp. Rom. 3:20; 4:15; 7:7; 1Jn. 3:4). Si esa ley moral ya no estuviera vigente estos textos no tendrían ningún sentido.

6. Una de las bendiciones centrales que Dios promete en el Nuevo Pacto es escribir Su ley en nuestros corazones (Jer. 31:31-34). En otras palabras, Dios no prometió anular los Diez Mandamientos, sino darnos la capacidad de apreciarlos y obedecerlos. Y en ningún lugar del Antiguo o del NT se plantea la posibilidad de reducir los 10 mandamientos a 9.

7. Nuestro Señor Jesucristo dijo expresamente en Mt. 5:17-20 que Él no vino a abrogar la ley y los profetas. Esta expresión “la ley y los profetas” señala todo el AT. De manera que el Señor está estableciendo claramente que Él no vino a anular, sino a cumplir, las enseñanzas de todo el AT. Ahora bien ¿qué significa eso? Varias cosas. Como bien señala Robert Martin, eso quiere decir que Cristo vino a obedecer perfectamente la ley moral de Dios, a sufrir la maldición de su desobediencia en lugar de Su pueblo, a cumplir todos los tipos y ceremonias de la ley ceremonial, a establecer el reino hacia el cual las leyes civiles apuntaban y a cumplir todas las profecías que se hicieron en cuanto a Él. Pero ahora noten algo importante. A partir del vers. 18 el Señor dice explícitamente que los súbditos de Su reino debían tomar muy en serio las demandas éticas de esa ley (vers. 18-20). ¿Qué implica eso en lo relativo a los Diez Mandamientos? El Señor Jesucristo es sumamente claro al respecto en los vers. 21-22, 27-28. Cristo no vino a anular esos mandamientos, sino a enseñar a los Suyos el verdadero alcance de cada uno de ellos. Alguien puede decir que el Señor no mencionó aquí el 4to mandamiento, pero tampoco mencionó el 1ero, el 2do, el 3ro, el 5to, el 8vo, el 9no y el 10mo. Él escogió 2 de los 10 para mostrar el verdadero alcance de los mandamientos de la ley moral de Dios.

8. Durante Su ministerio terrenal nuestro Señor Jesucristo se ocupó del cuarto mandamiento concerniente al día de reposo más que de ningún otro mandamiento del Decálogo. En vez de anularlo, el Señor purificó esta ordenanza de todas las ataduras impuestas por los escribas y fariseos, y que hacían de ese día una carga difícil de sobrellevar.

9. El NT enseña que los Diez Mandamientos conforman una unidad inquebrantable (Sant. 2:8-11); de manera que no se puede anular uno de los mandamientos sin afectar el resto. Para explotar un globo no hay que pincharlo por varias partes al mismo tiempo. Basta con que se le pinche por un solo lado para explotarlo. Pues el Decálogo es como un globo; cualquier mandato que se viole, violenta el globo completo.

10. Pablo enseña claramente que la ley moral de Dios resumida en los 10 Mandamientos sigue siendo la norma de vida para los creyentes del nuevo pacto (comp. Rom. 7:7, 12, 14 – es espiritual en el sentido de que tiene un origen y carácter divino, 1Cor. 2:13, y en el sentido de que regula nuestra conducta interna, no únicamente nuestra apariencia externa; 18, 21 – 8:4).

11. El patrón establecido por Dios para Su pueblo en el NT sigue la misma frecuencia de reunión que la de Su pueblo en el Antiguo: una vez a la semana.

12. La obra redentora de Cristo no anula la necesidad que tenemos de darle reposo a nuestros cuerpos una vez a la semana, y de ocuparnos de nuestra relación con Dios de una manera especial, sin los impedimentos propios del resto de la semana. Hasta que lleguemos al cielo necesitaremos un día de reposo.

13. En Ap. 1:10 el apóstol Juan se refiere a un día de la semana como “el día del Señor”; y es generalmente aceptado que Juan se está refiriendo allí al domingo, el día en el que la iglesia acostumbraba congregarse para celebrar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

martes, 17 de julio de 2018

El Día del Señor!

El Día del Señor

La Confesión de Westminster Capítulo 21 Sección 7

7.  Así como es ley de la naturaleza que, en general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él;34 y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana,35 que en las Escrituras recibe el nombre de “día del Señor”36 y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día del reposo cristiano.37

34 Éxodo 20:8, 10-11; Isaías 56:2, 4, 6-7
35 Génesis 2:2-3; 1 Corintios 16:1-2; Hechos 20:7
36 Apocalipsis 1:10
37 Éxodo 20:8, 10; Mateo 5:17-18

            Vamos a estudiar los principios de esta parte de la confesión, pero, como siempre, les exhorto a ustedes estudiar esto durante la semana- pueden leer las citas que están aquí como parte de la declaración, para ver que lo que dice la confesión se basa completamente en la Biblia. 


Los principios bíblicos de este día

Ø  Del Antiguo Testamento

            Éxodo 20:8-10 [Éxodo 20:8-10 NBLH “Acuérdate del día de reposo para santificarlo.  (9)  "Seis días trabajarás y harás toda tu obra, (10) pero el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios. No harás en él trabajo alguno, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo.]- este mandamiento era y es parte de la ley moral de Dios, no parte de la ley ceremonial ni civil.  Estudiamos la diferencia un poco hace varias semanas atrás, de que no necesitamos obedecer de la ley ceremonial ni civil, aunque hay principios que debemos seguir. Pero la ley moral de Dios es una reflexión de Su carácter, Su ser, y por eso es algo que debe ser obedecido en todo tiempo. 

            Y podemos ver que el principio aquí no es nuevo en los diez mandamientos- es una verdad establecida en la creación- dice aquí que es un día para un reposo, lo que vamos a estudiar más luego, y una verdad que podemos ver en Génesis 2:1-3, donde dice que Dios acabó de crear y reposó el séptimo día, y lo bendijo y santificó.  Entonces, más que solamente parte de la ley de Dios, este día de reposo tiene su base en el mero principio, en el ejemplo de Dios en la creación

            Isaías 58:13-14- [(13) Si por causa del día de reposo apartas tu pie Para no hacer lo que te plazca en Mi día santo, Y llamas al día de reposo delicia, al día santo del SEÑOR, honorable, Y lo honras, no siguiendo tus caminos, Ni buscando tu placer, Ni hablando de tus propios asuntos,  (14)  Entonces te deleitarás en el SEÑOR, Y Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, Y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; Porque la boca del SEÑOR ha hablado."]- aquí podemos ver la importancia de este día ante la vista de Dios- es algo muy importante para Dios y por eso algo que debemos tomar con mucha seriedad. 


Ø  Del Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento hay un cambio- durante el ministerio de Cristo el día de reposo continuó siendo el sábado, como podemos ver a través de los evangelios. Pero después, hubo un cambio, y no hay duda de que la iglesia primitiva celebró el día de reposo los domingos.  ¿Por qué leemos en el Nuevo Testamento que celebró el día de reposo el primer día de la semana, y no el sábado, como fue antes?  Por ejemplo, en Hechos 20:7-12 leemos de un culto de la adoración pública, y dice en el versículo 7 que fue “el primer día de la semana” cuando ellos se reunieron.  En I Corintios 16:2, un versículo que estudiamos la semana pasada, el consejo de Pablo para la colección de la ofrenda fue para hacerla “el primer día de la semana,” y el contexto parece describir el tiempo de la adoración pública.  También tenemos otros ejemplos en Hechos de la costumbre de la primera iglesia en reunirse el primer día de la semana, el domingo, en vez del sábado judío.  Y en Apocalipsis 1:10 Juan describe este día como el día del Señor- dice “Estaba yo en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como sonido de trompeta,” Esta frase se refiere al día que pertenece a Dios- éste es el significado de la construcción en el griego- y es el día de reposo que pertenece en una manera especial a Dios.  Por eso, nos referimos a este día como el día del Señor así como el día de reposo. 

Entonces, la pregunta es, ¿por qué ocurrió este cambio de día?  ¿Por qué la iglesia primitiva cambió el día desde el séptimo día hasta el primer día? La verdad es que ellos nunca cambiaron nada, sino solamente siguieron y obedecieron lo que Cristo mismo estableció a través de Su resurrección y Su enseñanza y ejemplo. En primer lugar, Cristo resucitó en un domingo- en todas las narraciones de la resurrección, dice muy claramente que fue el primer día de la semana- no hay duda de eso.  Como Pablo enseña en I Corintios 15, la resurrección de Cristo es la base de nuestra creencia, y por eso es apropiado recordarla cada semana como el día de reposo.  Pero no tenemos que depender que lo que pensamos es lo apropiado- Cristo mismo estableció el ejemplo, este principio, por Sus acciones después de Su resurrección. En TODAS las ocasiones en que se les manifestó a sus discípulos, luego de su resurrección fue en domingo. Y yo creo, personalmente, que es muy probable que Jesús les dijera a Sus apóstoles que debían reunirse el primer día de la semana en vez del séptimo, porque parece poco probable que ellos hubieran cambiado el día de reunión sin el mandado de Cristo. 

Pero tal vez otra pregunta es, ¿cómo podía alguien, incluso Cristo, cambiar la ley moral de Dios, el cuarto mandamiento que dice de acordarse del día de reposo?  Esta cita es una ayuda en este asunto:

  “La Confesión presenta correctamente la premisa básica del cuarto mandamiento- que una séptima parte del tiempo repartido al hombre debe respetarse como un sábado o día de reposo (que es el significado de la palabra “sábado”).” 

  “Debe tenerse cuidadosamente en cuenta que el cuarto mandamiento no sólo estipula que un día de siete es del Señor, sino que también se escribe de tal manera para permitir el cambio del día actual de la semana para la observancia del día de reposo sin violar el mandamiento mismo.  Este mandamiento no dice que el hombre debe recordar “el día séptimo para santificarlo,” sino que debe recordar “el día de reposo para santificarlo.”  Enfatizamos esto debido al error de muchos en insistir que la palabra sábado significa “séptimo.”  No significa eso.  Esta palabra significa reposo o cesación.  El Señor simplemente nos manda santificar el día de reposo.  Lo que es más, el cuarto mandamiento no declara que “el séptimo día de la semana es el día de reposo.”  Más bien, declara que “el séptimo día es el día de reposo.”  Es decir, por el término “el séptimo día” el Señor habla del día que sigue a los seis días de trabajo, lo que sean estos seis días.  Por eso, con este claro lenguaje, el cuarto mandamiento fue escrito para permitir un cambio del día para la observancia del día de reposo sin violar de ninguna manera el mandamiento.”

            Espero que el argumento de esta cita sea claro- el punto es que Dios estableció un día de reposo, y que incluso en el mandamiento hay posibilidad para el cambio que sucedió debido a la resurrección de Cristo.  Todavía nosotros santificamos un día de reposo, como dice el mandamiento- y es el séptimo día, en el contexto de que hay seis días de trabajo antes- aunque es el primer día de la semana.  Es decir, todavía estamos obedeciendo el mandamiento- acuérdate del día de reposo para santificarlo.  También estamos obedeciendo la siguiente parte- “seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día (no de la semana, sino el día después de seis días de trabajo) es reposo para Jehová tu Dios.”  Obedecemos el cuarto mandamiento como los israelitas en el pasado, solamente en un día diferente de la semana. 


Las razones bíblicas de este día

Ø  Para la gloria de Dios

“El propósito del día de reposo es, ante todo, la manifestación de la gloria de Dios, pero el mandamiento también es dado por compasión por la humanidad caída.”

            En mandar que guardemos un día cada semana específicamente para Él, Dios recibe la gloria.  Este día que ponemos aparte para Él es una manifestación de Su gloria.  ¿Quién más, excepto que Dios, puede mandar que debemos hacer algo especial, que debemos descansar de nuestro trabajo, que debemos enfocarnos completamente en Él? Solamente Dios tiene este tipo de poder y autoridad para mandar tal cosa.


Ø  Como un memorial

“El día de reposo fue un día en el cual Dios mandó a Su pueblo a que recordara.  Esta palabra, recordar, es una palabra rica en el vocabulario bíblico.  El mandamiento significa mucho más que ‘no olvides que hoy es el día de reposo.’  El mandamiento significa mucho más que una mera anotación mental del hecho que es el día de reposo que viene cada semana.  La verdad es que el significado es ‘tener un servicio memorial en el día de reposo’… Acordarse del día de reposo significa observar el día, celebrar los ritos religiosos apropiados al día.” 
                                                                                                                                                                
            Es decir, para obedecer este mandamiento, no es algo solamente mental, sino algo que hacemos conscientemente. Cuando dice “acuérdate del día de reposo,” no significa que en los sábados debemos decir, “entonces, mañana es el domingo,” y nada más.  No, como dice la cita, esto no es el punto del mandamiento- hay algo que debemos recordar, sí, pero demostramos que estamos recordándolo y santificándolo por lo que hacemos, por nuestras acciones, por las actividades del día. 


Ø  Como un reposo

“El día del Señor en el Antiguo Testamento no fue solamente un día memorial, sino también un día de reposo.”
 (Éxodo 20:8-10)

            Como dice el cuarto mandamiento, este es un día de reposo, algo que necesitamos como seres humanos.  En la cita arriba, al final dice que el mandamiento también es dado por compasión por la humanidad caída.” Es decir, necesitamos el descanso- es parte de nuestro ser. Otra vez, también tenemos el ejemplo de Dios en la creación- Él acabó de crear y descansó- por eso, como la cita dice,

“El día de reposo es un memorial de la creación.” 

            Dios no nos creó para trabajar cada momento- necesitamos descanso cada cierto tiempo.  Por supuesto, Dios no necesitó un descanso después de la creación, porque no era necesario para Él, pero descansó de todos modos.  En esta acción vemos un ejemplo para nosotros, y debemos obedecer este mandamiento en parte para descansar este día cada semana, para refrescarnos no solamente espiritualmente, sino físicamente también. 


Ø  Como una promesa futura

“El memorial, sin embargo, no es solamente una celebración del pasado sino una promesa del futuro también.  La consumación de la historia fue entendida como un reposo (Salmo 95:11).” 

            El tema de reposo en las Escrituras es inmenso, y no tenemos el tiempo para estudiarlo, pero solamente quiero enfatizar este punto- que la eternidad futura va a ser un reposo para siempre.  No significa que no vamos a hacer nada, porque vamos a adorar a Dios constantemente, alabando y cantando a Él. Pero hay la idea de reposo también, reposo de las cosas de este mundo, reposo con Dios y sin problemas y tentaciones para siempre.  Por eso, cuando guardamos el día de reposo ahora, estamos esperando el reposo futuro y eterno.  Debemos pensar en esta verdad y lo que vamos a experimentar en el futuro para siempre con Dios

La Forma- ¿cómo?

La Confesión de Westminster Capítulo 21 Sección 8

8. Este día de reposo se guarda santo para el Señor cuando los hombres, después de la debida preparación de su corazón y arreglados con anticipación todos sus asuntos ordinarios, no solamente guardan un santo descanso durante todo el día, de sus propias labores, palabras y pensamientos, acerca de sus empleos y diversiones mundanas,38 sino que también dedican todo el tiempo al ejercicio de la adoración pública y privada, y en los deberes de caridad y de misericordia.39

38 Éxodo 20:8; 16:23, 25-26, 29-30; 31:15-17; Isaías 58:13; Nehemías 13:15-19, 21-22
39 Isaías 58:13; Mateo 12:1-13

            En primer lugar, este es un día santo- que quiere decir, puesto aparte por Dios.  Por eso, debemos actuar de una manera diferente ese día, no debe ser un día como otro día. También aquí dice que la debida preparación es necesaria.  La preparación del corazón es lo más importante, pero debemos anticipar el día también- es decir, debemos prepararnos antes, incluyendo el día anterior. Esta es la única sugerencia específica que quiero hacer en cuanto a la forma, que cómo parte de la preparación para este día, debemos tener cuidado en cuanto a nuestras noches de los sábados.  La sugerencia es el no tener el hábito de hacer cosas que nos cansen los sábados, y para no quedarse levantado hasta tarde por ninguna razón, porque esto hace muy difícil el levantarse en la mañana.  Estas sugerencias se basan en diferentes razones- una es los límites naturales de nuestros cuerpos- por la mayoría de la gente, si hace algo muy cansado, o se queda levantado hasta muy tarde en la noche, va a estar cansado el próximo día- esto es como funcionan nuestros cuerpos.  Y la segunda razón tiene conexión con la primera- si realmente creemos, en nuestros corazones, con todo nuestro ser, que el domingo es un día especial, que debe ser diferente, que vamos a reunirnos con el Dios del universo, vamos a tomar con seriedad nuestra preparación, y esto incluye la preparación de la noche anterior. 


“Una teología del día de reposo debe enfatizar lo singular de este día.  Solamente cuando entendemos la santidad de este día empezamos a apreciar la santidad de la adoración cristiana.”

            Como estudiamos en este estudio al principio, adoramos a Dios personalmente cada día, pero hay algo especial sobre la reunión del cuerpo de Cristo, la iglesia- es algo que Dios bendice específicamente.  Como dice esta cita,

“Debemos entender el día de reposo y nuestro uso de tiempo en la misma manera que entendemos la ofrenda y la mayordomía de nuestro dinero.  Para poner aparte una porción de nuestros ingresos para la obra de la iglesia no es reconocer que parte de nuestras posesiones pertenece a Dios.  Más bien, expresa nuestra convicción que todo lo que tenemos pertenece al Señor.  De todas formas, el señorío absoluto de Dios sobre nuestras posesiones no quita la obligación de darle una porción específicamente para la obra de Su iglesia.  En una manera similar, aunque todos nuestros días deben ser usados en servicio a Dios, todavía se nos ordena a poner aparte un día en siete para adoración y servicio especial.” 

            A mí me gusta esta comparación- esto es lo que estudiamos cuando hablamos acerca de dar a Dios- todo lo que tenemos realmente pertenece a Dios.  Una de las razones por la cual debemos dar nuestras ofrendas a Él para la obra de la iglesia es para recordarnos de esta verdad.  No significa que solamente la parte que damos a Dios es suya- porque todo pertenece a Él- sino que nuestras ofrendas son una ayuda a nosotros para recordarnos esta verdad.  Es lo mismo con el día del Señor- cada día es de Dios, y en cada día necesitamos servirle a Él- pero parte de la razón por el día de reposo es para ayudarnos a enfocarnos en Él, para aprender de Su Palabra, para adorarle a Él con la iglesia, para pensar en Él completamente

Pero no debemos pensar que si asistimos a la iglesia el domingo y participamos en la adoración podemos vivir en cualquier manera durante la semana.  Esta cita dice

“Señalar el día de reposo como santo no es licencia para seis días de irreligión.  Vivimos toda la vida en la presencia de Dios.” 

            Debemos vivir para la gloria de Dios y con un deseo de servirle a Él cada día- pero otra vez, hay algo especial los domingos, en la adoración pública y en nuestro tiempo privado el resto del día. 

Pero, para hablar más específicamente de la forma, ¿qué debemos hacer? 

“Entonces, ¿cómo esta idea de un día puesto aparte instruye nuestra actitud hacia la adoración?  Una manera de responder a esta pregunta es deducir que, si el día de reposo es separado y único, también lo son las actividades de ese día.” 

            Creo que aquí es dónde tenemos más problemas- es fácil entender que el tiempo cuando estamos en el culto es un tiempo santo, puesto aparte para Dios.  Otra vez, como enfatizamos al principio de este estudio, el culto es importante- vital- y no debemos faltar a ello a excepción de que si es absolutamente necesario, por enfermedad o ausencia de la ciudad, etc.  Pero muchas veces, yo creo, no pensamos en el resto del día- y como esta cita dijo como una deducción, y yo creo que es apropiada, “si el día de reposo es separado y único, también son las actividades de ese día.”  Esta idea tiene sentido, porque un día consiste de las actividades que hacemos durante ese día.  Por eso, si hablamos de un día santificado, pero no hacemos nada diferente ese día, nuestras palabras son refutadas por nuestras acciones.  La única manera en la cual podemos guardar un día como santo, la única manera en la cual podemos obedecer el cuarto mandamiento es para santificar las actividades del día también, para hacer cosas diferentes y enfocadas en Dios en vez de las actividades normales de la semana.  En el Catecismo Menor de Westminster tenemos algunas sugerencias en cuanto a cómo podemos santificar este día que quiero que leamos:

Pregunta 60- ¿Cómo ha de santificarse el día de reposo o del Señor?
Respuesta-  Hemos de santificar el día de reposo absteniéndonos en todo este día, aún de aquellos empleos o recreaciones mundanales que son lícitos en los demás días; y ocupando todo el tiempo en los ejercicios públicos y privados del culto de Dios salvo aquella parte que se emplee en hacer obras de necesidad o de misericordia. Lev. 23:3; Isaías 58:13, 14; Mateo 12:11; Marcos 2:27.

La clave aquí es cuando dice, todo el día- este día de reposo no es solamente el tiempo en la iglesia, sino todo el día, antes del servicio y después.  La razón porque no trabajamos los domingos ni hacemos otras cosas que hacemos durante la semana no es porque son malas, sino, otra vez, porque es un día santificado, separado

Hay algunas otras sugerencias aquí en esta parte del directorio para el culto público, escrito por la asamblea de Westminster. Por favor entienden que lo que tenemos aquí en este directorio son sugerencias, no mandamientos.  Es una ayuda para nosotros en nuestro deseo de acordarnos del día de reposo para santificarlo.  Tal vez algunas sugerencias aquí van a ser una ayuda, y otras no- no hay problema.  Pero no debemos descartar las ideas aquí y no pensar en ellas solamente porque parecen extrañas, o porque serían difíciles de hacer, o un cambio en tu vida.  Espero que leas estas sugerencias ahora y después en la semana en una actitud de oración, pidiendo a Dios lo que Él quiere que hagamos en este día importante. 


Directorio para el Culto Público de la Asamblea de Westminster

De la Santificación del Día del Señor

“El día del Señor debe ser recordado con antelación, de manera que toda ocupación mundanal de nuestra vocación ordinaria se concluya ordenadamente y sea puesta de lado de manera oportuna y conveniente, para no ser impedimento para que el día se santifique dignamente cuando éste llegue.”

“Todo el día debe ser guardado como santo al Señor, tanto en público como en privado, por ser éste el reposo cristiano. Para tal fin, es necesario que haya una cesación santa o descanso todo ese día de labores innecesarias; y abstenerse, no sólo de todo tipo de deportes y pasatiempos, sino también de toda palabra y pensamiento mundanos.”

“Que la comida para ese día se prepare de modo que ni los siervos sean detenidos innecesariamente de la adoración pública de Dios, ni cualquier otra persona sea impedida de santificar ese día.”

“Que haya preparaciones individuales de cada persona y familia, con oración por sí mismos y por la ayuda de Dios sobre el ministro, y por una bendición sobre su ministerio; y con otros semejantes ejercicios santos, que puedan inclinarlos a una más agradable comunión con Dios en sus ordenanzas públicas.”

“Que todo el pueblo se reúna a tiempo para la adoración pública, para que toda la congregación pueda estar presente al comienzo y con un corazón solemnemente unido en todas las partes de la adoración pública, y no irse hasta después de la bendición.”

“Que el tiempo libre, entre o después de las reuniones solemnes de la congregación en público, se ocupe en la lectura, en la meditación, en recordar el sermón y especialmente en llamar a sus familias para dar un relato de lo que han oído y en estudiar el catecismo, en conversaciones santas, en oración para una bendición sobre las ordenanzas públicas, en cantar salmos, en visitar a los enfermos, en ayudar a los pobres y obras semejantes de piedad, caridad y misericordia, considerando el día de reposo un deleite.”

No voy a decir nada de las sugerencias específicas aquí, porque la decisión de lo que vas a hacer es entre tú y Dios- la verdad es que los cristianos van a observar este día en diferentes maneras, diferentes formas, y no hay problema con eso.  Pero lo que necesitamos hacer- porque no es una opción- es decidir, con la ayuda y dirección de Dios, cómo vamos a glorificarle a Él durante este día de reposo- no podemos ignorar el día, ni su importancia- si no estamos conscientemente observando el día del Señor en una manera diferente que el resto de la semana, estamos en pecado.  Puedo decir esto basado en las Escrituras, en las verdades que hemos estudiado hoy.  Lo que no puedo decir es exactamente lo que ustedes deben hacer durante el día (a excepción de asistir a la iglesia, por supuesto), pero puedo decir que necesitas pensar muy seriamente en cómo este día es diferente que todos los otros días

viernes, 11 de mayo de 2018

Seminario Teologico Multiplicable

SEMINARIO TEOLÓGICO MULTIPLICABLE! Tenemos un grupo de hermanos que vienen de iglesias pentecostales interesados en conocer la Teología Reformada, por favor oren por nosotros!!! En la foto faltaron tres hermanos mas que no pudieron asistir a la reunión inicial!

sábado, 16 de diciembre de 2017

A partir de Febrero 2018, daremos inicio al Seminario Teológico Reformado en Los Frailes II, Santo Domingo Este. 

Las clases se estarán ofreciendo para el nivel de Bachillerato para los que aún no han terminado sus estudios secundarios y Licenciatura (para aquellos que han terminado su bachillerato).

Este es un seminario que estará abierto a toda la Comunidad Evangélica (Hombres y Mujeres).

El Seminario cuenta con el aval del Seminario Teológico Reformado de Barranquilla (STS), por lo que estará facultado para ofrecer títulos universitarios a nivel de teología.

Si usted está interesado en prepararse para un mejor servicio a Dios y a la comunidad, tan solo déjenoslo saber en los comentarios y/o email, para hacerle llegar los requisitos para la matriculación!