Noticias, actividades y comentarios de la iglesia Presbiteriana Libre Palabra de Vida en Santo Domingo, República Dominicana
miércoles, 15 de mayo de 2019
martes, 17 de julio de 2018
El Día del Señor!
El
Día del Señor
La Confesión de Westminster
Capítulo 21 Sección 7
7. Así como es ley de la naturaleza que, en
general, una proporción debida de tiempo se dedique a la adoración de Dios, así
también en su Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga
a todos los hombres en todos los tiempos, Dios ha señalado particularmente un
día de cada siete, para que sea guardado como un reposo santo para Él;34
y desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, este día fue el
último de la semana; y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer
día de la semana,35 que en las Escrituras recibe el nombre de “día
del Señor”36 y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el
día del reposo cristiano.37
34 Éxodo 20:8, 10-11; Isaías 56:2, 4, 6-7
35 Génesis 2:2-3; 1 Corintios 16:1-2; Hechos 20:7
36 Apocalipsis 1:10
37 Éxodo 20:8, 10; Mateo 5:17-18
Vamos
a estudiar los principios de esta parte de la confesión, pero, como siempre,
les exhorto a ustedes estudiar esto durante la semana- pueden leer las citas
que están aquí como parte de la declaración, para ver que lo que dice la
confesión se basa completamente en la Biblia.
Los principios bíblicos de este día
Ø Del
Antiguo Testamento
Éxodo
20:8-10 [Éxodo
20:8-10 NBLH “Acuérdate del día de reposo para santificarlo. (9)
"Seis días trabajarás y harás toda tu obra, (10) pero el séptimo
día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios. No harás en él trabajo alguno, tú,
ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el
extranjero que está contigo.]- este mandamiento era y es parte de la
ley moral de Dios, no parte de la ley ceremonial ni civil. Estudiamos la diferencia un poco hace varias
semanas atrás, de que no necesitamos obedecer de la ley ceremonial ni civil,
aunque hay principios que debemos seguir. Pero la ley
moral de Dios es una reflexión de Su carácter, Su ser, y por eso es algo que
debe ser obedecido en todo tiempo.
Y
podemos ver que el principio aquí no es nuevo en los diez mandamientos- es una
verdad establecida en la creación- dice aquí que es un día para un reposo, lo
que vamos a estudiar más luego, y una verdad que podemos ver en Génesis 2:1-3,
donde dice que Dios acabó de crear y reposó el séptimo día, y lo bendijo y santificó. Entonces, más que
solamente parte de la ley de Dios, este día de reposo tiene su base en el mero
principio, en el ejemplo de Dios en la creación.
Isaías
58:13-14- [(13)
Si por causa del día de reposo apartas tu pie Para no hacer lo que te plazca en
Mi día santo, Y llamas al día de reposo delicia, al día santo del SEÑOR,
honorable, Y lo honras, no siguiendo tus caminos, Ni buscando tu placer, Ni
hablando de tus propios asuntos,
(14) Entonces te deleitarás en el
SEÑOR, Y Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, Y te alimentaré
con la heredad de tu padre Jacob; Porque la boca del SEÑOR ha hablado."]-
aquí podemos ver la importancia de este día ante la vista de Dios- es algo muy
importante para Dios y por eso algo que debemos tomar con mucha seriedad.
Ø Del
Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento hay un cambio- durante el
ministerio de Cristo el día de reposo continuó siendo el sábado, como podemos
ver a través de los evangelios. Pero después, hubo un cambio, y no hay duda de
que la iglesia primitiva celebró el día de reposo los domingos. ¿Por qué leemos en el Nuevo Testamento que
celebró el día de reposo el primer día de la semana, y no el sábado, como fue
antes? Por ejemplo, en Hechos 20:7-12 leemos de un culto de la adoración
pública, y dice en el versículo 7 que fue “el primer día de la semana” cuando
ellos se reunieron. En I Corintios 16:2, un versículo que estudiamos la
semana pasada, el consejo de Pablo para la colección de la ofrenda fue para
hacerla “el primer día de la semana,” y el contexto parece describir el tiempo
de la adoración pública. También tenemos
otros ejemplos en Hechos de la costumbre de la primera iglesia en reunirse el
primer día de la semana, el domingo, en vez del sábado judío. Y en Apocalipsis
1:10 Juan describe este día como el día del Señor- dice “Estaba yo en el Espíritu en el día
del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como sonido de trompeta,” Esta frase se refiere al
día que pertenece a Dios- éste es el significado de la construcción en el
griego- y es el día de reposo que pertenece en una manera especial a Dios. Por eso, nos referimos a este día como el día
del Señor así como el día de reposo.
Entonces, la pregunta es, ¿por qué ocurrió este cambio
de día? ¿Por qué la iglesia primitiva
cambió el día desde el séptimo día hasta el primer día? La verdad es que ellos nunca cambiaron nada, sino solamente siguieron y
obedecieron lo que Cristo mismo estableció a través de Su resurrección y Su
enseñanza y ejemplo. En primer lugar, Cristo resucitó en un domingo- en
todas las narraciones de la resurrección, dice muy claramente que fue el primer
día de la semana- no hay duda de eso. Como Pablo enseña en I Corintios 15, la resurrección de
Cristo es la base de nuestra creencia, y por eso es apropiado recordarla cada
semana como el día de reposo.
Pero no tenemos que depender que lo que pensamos es lo apropiado- Cristo mismo estableció el ejemplo, este principio, por Sus
acciones después de Su resurrección. En TODAS las ocasiones en que se les
manifestó a sus discípulos, luego de su resurrección fue en domingo. Y yo creo,
personalmente, que es muy probable que Jesús les dijera a Sus apóstoles que
debían reunirse el primer día de la semana en vez del séptimo, porque parece
poco probable que ellos hubieran cambiado el día de reunión sin el mandado de
Cristo.
Pero tal vez otra pregunta es, ¿cómo podía alguien,
incluso Cristo, cambiar la ley moral de Dios, el cuarto mandamiento que dice de
acordarse del día de reposo? Esta cita
es una ayuda en este asunto:
“La
Confesión presenta correctamente la premisa básica del cuarto mandamiento- que
una séptima parte del tiempo repartido al hombre debe respetarse como un sábado
o día de reposo (que es el significado de la palabra “sábado”).”
“Debe tenerse
cuidadosamente en cuenta que el cuarto mandamiento no sólo estipula que un día
de siete es del Señor, sino que también se escribe de tal manera para permitir
el cambio del día actual de la semana para la observancia del día de reposo sin
violar el mandamiento mismo. Este
mandamiento no dice que el hombre debe recordar “el día séptimo para
santificarlo,” sino que debe recordar “el día de reposo para
santificarlo.” Enfatizamos esto debido
al error de muchos en insistir que la palabra sábado significa “séptimo.” No significa eso. Esta palabra significa reposo o
cesación. El Señor simplemente nos manda
santificar el día de reposo. Lo que es
más, el cuarto mandamiento no declara que “el séptimo día de la semana es el
día de reposo.” Más bien, declara que
“el séptimo día es el día de reposo.” Es
decir, por el término “el séptimo día” el Señor habla del día que sigue a los
seis días de trabajo, lo que sean estos seis días. Por eso, con este claro lenguaje, el cuarto
mandamiento fue escrito para permitir un cambio del día para la observancia del
día de reposo sin violar de ninguna manera el mandamiento.”
Espero
que el argumento de esta cita sea claro- el punto es que Dios estableció un día
de reposo, y que incluso en el mandamiento hay posibilidad para el cambio que
sucedió debido a la resurrección de Cristo.
Todavía nosotros santificamos un día de reposo, como dice el
mandamiento- y es el séptimo día, en el contexto de que hay seis días de
trabajo antes- aunque es el primer día de la semana. Es decir, todavía estamos obedeciendo el
mandamiento- acuérdate del día de reposo para santificarlo. También estamos obedeciendo la siguiente
parte- “seis días trabajarás, y harás
toda tu obra; más el séptimo día (no de la semana, sino el día después de seis
días de trabajo) es reposo para Jehová tu Dios.” Obedecemos el cuarto mandamiento como los
israelitas en el pasado, solamente en un día diferente de la semana.
Las razones bíblicas de este día
Ø Para
la gloria de Dios
“El propósito del día
de reposo es, ante todo, la manifestación de la gloria de Dios, pero el
mandamiento también es dado por compasión por la humanidad caída.”
En mandar
que guardemos un día cada semana específicamente para Él, Dios recibe la
gloria. Este día que ponemos aparte para
Él es una manifestación de Su gloria.
¿Quién más, excepto que Dios, puede mandar que debemos hacer algo
especial, que debemos descansar de nuestro trabajo, que debemos enfocarnos
completamente en Él? Solamente Dios tiene este tipo de poder y autoridad para
mandar tal cosa.
Ø Como
un memorial
“El día de reposo fue
un día en el cual Dios mandó a Su pueblo a que recordara. Esta palabra, recordar, es una palabra rica
en el vocabulario bíblico. El
mandamiento significa mucho más que ‘no olvides que hoy es el día de
reposo.’ El mandamiento significa mucho
más que una mera anotación mental del hecho que es el día de reposo que viene
cada semana. La verdad es que el
significado es ‘tener un servicio memorial en el día de reposo’… Acordarse del
día de reposo significa observar el día, celebrar los ritos religiosos
apropiados al día.”
Es
decir, para obedecer este mandamiento, no es algo solamente mental, sino algo
que hacemos conscientemente. Cuando dice “acuérdate del día de reposo,” no
significa que en los sábados debemos decir, “entonces, mañana es el domingo,” y
nada más. No, como dice la cita, esto no
es el punto del mandamiento- hay algo que debemos
recordar, sí, pero demostramos que estamos recordándolo y santificándolo por lo
que hacemos, por nuestras acciones, por las actividades del día.
Ø Como
un reposo
“El día del Señor en el Antiguo Testamento no
fue solamente un día memorial, sino también un día de reposo.”
(Éxodo 20:8-10)
Como dice
el cuarto mandamiento, este es un día de reposo, algo que necesitamos como
seres humanos. En la cita arriba, al
final dice que “el mandamiento también es dado por compasión por la humanidad caída.” Es decir, necesitamos el descanso-
es parte de nuestro ser. Otra vez, también tenemos el ejemplo de Dios en la
creación- Él acabó de crear y descansó- por eso, como la cita dice,
“El día de reposo es un memorial de la
creación.”
Dios no nos creó para trabajar cada momento- necesitamos
descanso cada cierto tiempo. Por
supuesto, Dios no necesitó un descanso después de la creación, porque no era
necesario para Él, pero descansó de todos modos. En esta acción vemos un ejemplo para
nosotros, y debemos obedecer este mandamiento en parte para descansar este día cada
semana, para refrescarnos no solamente espiritualmente, sino físicamente
también.
Ø Como
una promesa futura
“El memorial, sin
embargo, no es solamente una celebración del pasado sino una promesa del futuro
también. La consumación de la historia
fue entendida como un reposo (Salmo 95:11).”
El
tema de reposo en las Escrituras es inmenso, y no tenemos el tiempo para
estudiarlo, pero solamente quiero enfatizar este punto- que la eternidad futura va a ser un reposo para siempre. No significa que no vamos a hacer nada,
porque vamos a adorar a Dios constantemente, alabando y cantando a Él. Pero hay la idea de reposo también, reposo de las cosas de
este mundo, reposo con Dios y sin problemas y tentaciones para siempre. Por eso, cuando guardamos el día de reposo
ahora, estamos esperando el reposo futuro y eterno. Debemos pensar en esta verdad y lo que vamos
a experimentar en el futuro para siempre con Dios.
La Forma- ¿cómo?
La Confesión de Westminster
Capítulo 21 Sección 8
8. Este día de reposo
se guarda santo para el Señor cuando los hombres, después de la debida
preparación de su corazón y arreglados con anticipación todos sus asuntos
ordinarios, no solamente guardan un santo descanso durante todo el día, de sus
propias labores, palabras y pensamientos, acerca de sus empleos y diversiones
mundanas,38 sino que también dedican todo el tiempo al ejercicio de la
adoración pública y privada, y en los deberes de caridad y de misericordia.39
38 Éxodo 20:8; 16:23, 25-26, 29-30; 31:15-17; Isaías 58:13; Nehemías
13:15-19, 21-22
39 Isaías 58:13; Mateo 12:1-13
En primer lugar, este es un día santo- que quiere decir,
puesto aparte por Dios. Por eso,
debemos actuar de una manera diferente ese día, no debe ser un día como otro
día. También aquí dice que la debida preparación es
necesaria. La preparación del corazón es
lo más importante, pero debemos anticipar el día también- es decir, debemos
prepararnos antes, incluyendo el día anterior. Esta es la única
sugerencia específica que quiero hacer en cuanto a la forma, que cómo parte de la preparación para este día, debemos tener
cuidado en cuanto a nuestras noches de los sábados. La sugerencia es el no tener el hábito de
hacer cosas que nos cansen los sábados, y para no quedarse levantado hasta
tarde por ninguna razón, porque esto hace muy difícil el levantarse en la
mañana. Estas sugerencias se
basan en diferentes razones- una es los límites naturales de nuestros cuerpos-
por la mayoría de la gente, si hace algo muy cansado, o se queda levantado
hasta muy tarde en la noche, va a estar cansado el próximo día- esto es como funcionan
nuestros cuerpos. Y la segunda razón tiene conexión con la primera- si
realmente creemos, en nuestros corazones, con todo nuestro ser, que el domingo
es un día especial, que debe ser diferente, que vamos a reunirnos con el Dios
del universo, vamos a tomar con seriedad nuestra preparación, y esto incluye la
preparación de la noche anterior.
“Una teología del día
de reposo debe enfatizar lo singular de este día. Solamente cuando entendemos la santidad de
este día empezamos a apreciar la santidad de la adoración cristiana.”
Como
estudiamos en este estudio al principio, adoramos a
Dios personalmente cada día, pero hay algo especial sobre la reunión del cuerpo
de Cristo, la iglesia- es algo que Dios bendice específicamente. Como dice esta cita,
“Debemos entender el
día de reposo y nuestro uso de tiempo en la misma manera que entendemos la
ofrenda y la mayordomía de nuestro dinero.
Para poner aparte una porción de nuestros ingresos para la obra de la
iglesia no es reconocer que parte de nuestras posesiones pertenece a Dios. Más bien, expresa nuestra convicción que todo
lo que tenemos pertenece al Señor. De
todas formas, el señorío absoluto de Dios sobre nuestras posesiones no quita la
obligación de darle una porción específicamente para la obra de Su
iglesia. En una manera similar, aunque
todos nuestros días deben ser usados en servicio a Dios, todavía se nos ordena
a poner aparte un día en siete para adoración y servicio especial.”
A mí
me gusta esta comparación- esto es lo que estudiamos cuando hablamos acerca de
dar a Dios- todo lo que tenemos realmente pertenece a Dios. Una de las razones por la cual debemos dar
nuestras ofrendas a Él para la obra de la iglesia es para recordarnos de esta
verdad. No significa que solamente la
parte que damos a Dios es suya- porque todo pertenece a Él- sino que nuestras
ofrendas son una ayuda a nosotros para recordarnos esta verdad. Es lo mismo con el
día del Señor- cada día es de Dios, y en cada día necesitamos servirle a Él-
pero parte de la razón por el día de reposo es para ayudarnos a enfocarnos en
Él, para aprender de Su Palabra, para adorarle a Él con la iglesia, para pensar
en Él completamente.
Pero no debemos pensar que si asistimos a la iglesia
el domingo y participamos en la adoración podemos vivir en cualquier manera
durante la semana. Esta cita dice
“Señalar el día de
reposo como santo no es licencia para seis días de irreligión. Vivimos toda la vida en la presencia de
Dios.”
Debemos
vivir para la gloria de Dios y con un deseo de servirle a Él cada día- pero
otra vez, hay algo especial los domingos, en la adoración pública y en nuestro
tiempo privado el resto del día.
Pero, para hablar más específicamente de la forma,
¿qué debemos hacer?
“Entonces, ¿cómo
esta idea de un día puesto aparte instruye nuestra actitud hacia la adoración? Una manera de
responder a esta pregunta es deducir que, si el día de reposo es separado y
único, también lo son las actividades de ese día.”
Creo que
aquí es dónde tenemos más problemas- es fácil entender que el tiempo cuando
estamos en el culto es un tiempo santo, puesto aparte para Dios. Otra vez, como enfatizamos al principio de
este estudio, el culto es importante- vital- y no debemos faltar a ello a
excepción de que si es absolutamente necesario, por enfermedad o ausencia de la
ciudad, etc. Pero muchas veces, yo creo,
no pensamos en el resto del día- y como esta cita dijo como una deducción, y yo
creo que es apropiada, “si el día de
reposo es separado y único, también son las actividades de ese día.” Esta idea tiene sentido, porque un día
consiste de las actividades que hacemos durante ese día. Por eso, si hablamos
de un día santificado, pero no hacemos nada diferente ese día, nuestras
palabras son refutadas por nuestras acciones.
La única manera en la cual podemos guardar un día como santo, la única
manera en la cual podemos obedecer el cuarto mandamiento es para santificar las
actividades del día también, para hacer cosas diferentes y enfocadas en Dios en
vez de las actividades normales de la semana. En el Catecismo Menor de Westminster tenemos
algunas sugerencias en cuanto a cómo podemos santificar este día que quiero que
leamos:
Pregunta 60- ¿Cómo
ha de santificarse el día de reposo o del Señor?
Respuesta- Hemos de santificar el día de reposo absteniéndonos en todo este día, aún de aquellos empleos o recreaciones mundanales que son lícitos en los demás días; y ocupando todo el tiempo en los ejercicios públicos y privados del culto de Dios salvo aquella parte que se emplee en hacer obras de necesidad o de misericordia. Lev. 23:3; Isaías 58:13, 14; Mateo 12:11; Marcos 2:27.
Respuesta- Hemos de santificar el día de reposo absteniéndonos en todo este día, aún de aquellos empleos o recreaciones mundanales que son lícitos en los demás días; y ocupando todo el tiempo en los ejercicios públicos y privados del culto de Dios salvo aquella parte que se emplee en hacer obras de necesidad o de misericordia. Lev. 23:3; Isaías 58:13, 14; Mateo 12:11; Marcos 2:27.
La clave
aquí es cuando dice, todo el día- este día de reposo no es solamente el
tiempo en la iglesia, sino todo el día, antes del servicio y después. La razón porque no trabajamos los domingos ni
hacemos otras cosas que hacemos durante la semana no es porque son malas, sino,
otra vez, porque es un día santificado, separado.
Hay algunas otras
sugerencias aquí en esta parte del directorio para el culto público, escrito
por la asamblea de Westminster. Por favor entienden que lo que tenemos aquí en este directorio son
sugerencias, no mandamientos. Es una
ayuda para nosotros en nuestro deseo de acordarnos del día de reposo para
santificarlo. Tal vez algunas
sugerencias aquí van a ser una ayuda, y otras no- no hay problema. Pero no debemos descartar las ideas aquí y no
pensar en ellas solamente porque parecen extrañas, o porque serían difíciles de
hacer, o un cambio en tu vida. Espero
que leas estas sugerencias ahora y después en la semana en una actitud de
oración, pidiendo a Dios lo que Él quiere que hagamos en este día
importante.
Directorio
para el Culto Público de la Asamblea de Westminster
De la
Santificación del Día del Señor
“El día del Señor
debe ser recordado con antelación, de manera que toda ocupación mundanal de
nuestra vocación ordinaria se concluya ordenadamente y sea puesta de lado de
manera oportuna y conveniente, para no ser impedimento para que el día se
santifique dignamente cuando éste llegue.”
“Todo el día debe
ser guardado como santo al Señor, tanto en público como en privado, por ser
éste el reposo cristiano. Para tal fin, es necesario que haya una cesación
santa o descanso todo ese día de labores innecesarias; y abstenerse, no sólo de
todo tipo de deportes y pasatiempos, sino también de toda palabra y pensamiento
mundanos.”
“Que la comida para
ese día se prepare de modo que ni los siervos sean detenidos innecesariamente
de la adoración pública de Dios, ni cualquier otra persona sea impedida de
santificar ese día.”
“Que haya
preparaciones individuales de cada persona y familia, con oración por sí mismos
y por la ayuda de Dios sobre el ministro, y por una bendición sobre su
ministerio; y con otros semejantes ejercicios santos, que puedan inclinarlos a
una más agradable comunión con Dios en sus ordenanzas públicas.”
“Que todo el pueblo
se reúna a tiempo para la adoración pública, para que toda la congregación
pueda estar presente al comienzo y con un corazón solemnemente unido en todas
las partes de la adoración pública, y no irse hasta después de la bendición.”
“Que el tiempo
libre, entre o después de las reuniones solemnes de la congregación en público,
se ocupe en la lectura, en la meditación, en recordar el sermón y especialmente
en llamar a sus familias para dar un relato de lo que han oído y en estudiar el
catecismo, en conversaciones santas, en oración para una bendición sobre las
ordenanzas públicas, en cantar salmos, en visitar a los enfermos, en ayudar a
los pobres y obras semejantes de piedad, caridad y misericordia, considerando
el día de reposo un deleite.”
sábado, 30 de junio de 2018
viernes, 11 de mayo de 2018
Seminario Teologico Multiplicable
sábado, 16 de diciembre de 2017
A partir de Febrero 2018, daremos inicio al Seminario Teológico Reformado en Los Frailes II, Santo Domingo Este.
Las clases se estarán ofreciendo para el nivel de Bachillerato para los que aún no han terminado sus estudios secundarios y Licenciatura (para aquellos que han terminado su bachillerato).
Este es un seminario que estará abierto a toda la Comunidad Evangélica (Hombres y Mujeres).
El Seminario cuenta con el aval del Seminario Teológico Reformado de Barranquilla (STS), por lo que estará facultado para ofrecer títulos universitarios a nivel de teología.
Si usted está interesado en prepararse para un mejor servicio a Dios y a la comunidad, tan solo déjenoslo saber en los comentarios y/o email, para hacerle llegar los requisitos para la matriculación!
Las clases se estarán ofreciendo para el nivel de Bachillerato para los que aún no han terminado sus estudios secundarios y Licenciatura (para aquellos que han terminado su bachillerato).
Este es un seminario que estará abierto a toda la Comunidad Evangélica (Hombres y Mujeres).
El Seminario cuenta con el aval del Seminario Teológico Reformado de Barranquilla (STS), por lo que estará facultado para ofrecer títulos universitarios a nivel de teología.
Si usted está interesado en prepararse para un mejor servicio a Dios y a la comunidad, tan solo déjenoslo saber en los comentarios y/o email, para hacerle llegar los requisitos para la matriculación!
lunes, 11 de septiembre de 2017
Un Resumen de Lo Que Creemos
LA BIBLIA Y LAS CONFESIONES DE FE
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo (II Timoteo 3:16; II Pedro 1:20-21). Por eso, la Biblia nos enseña sin error al Dios vivo y verdadero.
Nuestra creencia en la Biblia, ya que ella es la Palabra de Dios, no depende de las opiniones de los hombres, ni del juicio de la iglesia. No obstante, nuestra convicción de que la Biblia es la Palabra de Dios proviene del convencimiento interior producido por el Espíritu Santo.
Por cuanto es la Palabra de Dios, la Biblia tiene autoridad soberana sobre todos los asuntos de los hombres. Toda doctrina, enseñanza y práctica en la iglesia tiene que estar regulada por ella.
Asimismo, creemos que la enseñanza de la Biblia ha sido afirmada por la iglesia a lo largo de los siglos en las llamadas “Confesiones de Fe”. En particular, reconocemos la doctrina enseñada en la llamada Confesión de Fe de Westminster, y los Catecismos Mayor y Menor, como la fiel expresión de la enseñanza de la Sagrada Escritura.
En la iglesia, las Confesiones de Fe han de estar siempre subordinadas a la Palabra de Dios, de la que derivan en todo momento su autoridad.
DIOS Y LA SANTÍSIMA TRINIDAD
La Biblia nos revela a un solo Dios, eterno e infinito en todas Sus perfecciones. En la unidad de la Divinidad existen eternamente tres personas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
Ésta es la doctrina tradicional cristiana de la Trinidad. Frente a todos aquellos que la niegan, creemos, por lo tanto, que es una doctrina bíblica, y que ha de ser creída para conocer al Dios vivo y verdadero.
LA CREACIÓN Y PROVIDENCIA
Conforme a la enseñanza de las Sagradas Escrituras, Dios creó los cielos y tierra a partir de la nada, en seis días. La materia y el universo, por lo tanto, no son eternos. Sólo Dios lo es. Creemos que el relato bíblico de la creación (Génesis capítulo 1) es verdadero, en un sentido histórico.
El mundo, una vez creado, tampoco funciona por sí mismo, independientemente de Dios. Desde la creación del mundo, Dios sostiene, dirige, dispone y gobierna a todas las criaturas, acciones y cosas que ocurren, desde la más grande hasta la más pequeña, por medio de Su santa providencia. Contrariamente a lo que piensan algunos, esto no elimina la libertad y la responsabilidad de los hombres, que, en los asuntos de esta vida, normalmente actúan y deciden conforme a lo que son y quieren llegar a ser.
EL PACTO EN EL PARAÍSO Y EL PECADO ORIGINAL
Dios se compromete con el hombre desde el principio. Después de haber creado al hombre, Dios hizo un pacto con Adán en el Paraíso, en el que le prometía vida si éste continuaba en obediencia (Génesis 2:16-17).
Sin embargo, por la tentación del diablo, Adán cayó en desobediencia, con lo que arrastró a toda su descendencia a la condenación y a la muerte, lo cual se ha llamado el pecado original (Romanos 5:15-19). De este pecado original proceden todos los pecados que cometemos a diario.
El hombre, por tanto, es infiel a Dios desde el principio. Por esta corrupción original, todo ser humano que viene a este mundo es completamente incapaz, indispuesto, y opuesto para hacer el bien, y está enteramente inclinado a todo tipo de mal (Romanos 3:10-18). Es por la bondad de Dios que todo este mal no se manifiesta plenamente en la vida de las personas y las sociedades.
LA LEY DE DIOS
El hombre no es la medida de todas las cosas. No es el hombre quien ha de determinar lo que es pecado o no lo es, o lo que es justo y moral o no, sino la ley de Dios, resumida en los diez mandamientos. El pecado es, en sí mismo, la transgresión de la ley de Dios (I Juan 3:4).
El hombre, al haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, ha sido marcado con la voz de la conciencia, que equivale a la ley de Dios en nuestro interior (Romanos 2:14-15). Sin embargo, a causa del pecado, nuestra conciencia se puede pervertir (de hecho, lo hace frecuentemente), o podemos actuar en contra de ella, para luego justificarnos a nosotros mismos, o puede incluso desaparecer. Por lo que siempre, para toda persona y en todo lugar, la ley de Dios ha de ser la norma para determinar lo que está bien y lo que está mal.
JESUCRISTO, EL ÚNICO MEDIADOR
Jesucristo es el Hijo eterno de Dios, que se hizo hombre para nuestra salvación (Juan 3:16). Siendo en todo momento Dios eterno y verdadero, Jesucristo, en calidad de hombre, se hizo “obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:8). Su muerte en la cruz fue el sacrificio por los pecados, hecho una vez y para siempre, que obtuvo el perdón y la reconciliación con Dios de aquellos que se arrepienten de sus pecados y confían en Cristo para salvación.
Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6).
El apóstol Pablo dijo también: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (I Timoteo 2:5). Por lo tanto, no existe ningún otro mediador ni mediadora al lado de Jesucristo (santos, vírgenes, etc.).
De hecho, a Jesucristo no le hace ninguna falta la intercesión de ellos, por cuanto nos dice la Escritura que Él ha venido a ser “un misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo” (Hebreos 2:17).
Y “tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos” (Hebreos 7:26).
Si a Jesucristo no le hacen ninguna falta otros mediadores para ser nuestro Salvador, a nosotros tampoco.
LA SALVACIÓN POR GRACIA Y JUSTIFICACIÓN POR FE
En cuanto a la salvación, creemos lo que dice la Biblia: “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:7-8).
Asimismo, creemos lo que nosotros mismos hemos podido experimentar: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (I Timoteo 1:15).
Creemos, pues, que somos salvos sólo por la misericordia de Dios, por Cristo, debido a Su obra de salvación, obedeciendo perfectamente a ley de Dios, y ofreciéndose en sacrificio para el perdón de pecados. La justicia de Cristo nos es imputada (es decir, atribuida, o “puesta en nuestra cuenta”) por Dios y nosotros la recibimos sólo por fe, sin que cuente para nada ninguna obra que nosotros hayamos hecho.
Éste es el testimonio de la Escritura: “Creyó Abraham a Dios, y le fue atribuido a justicia” (Romanos 4:3). Es lo que se conoce como la doctrina de la justificación por fe, el corazón del evangelio y una de las principales afirmaciones de la Reforma protestante en el siglo XVI, por no decir la principal de ellas.
No obstante, la Escritura nos enseña que, al recibir a Cristo como justificación, también lo recibimos como nuestra santificación: “Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” (I Corintios 1:30). Por lo tanto, las obras son muy importantes en la vida cristiana, porque ellas son señal de que hemos recibido a Cristo para salvación. De hecho, sin la santidad, nadie verá a Dios, por cuanto Él es santo (Hebreos 12:14; I Pedro 1:16).
LA IGLESIA
La iglesia puede ser descrita en dos maneras diferentes- es una iglesia universal o invisible, y está formada por el número completo de los elegidos en Cristo desde antes de la fundación del mundo.
La iglesia también es visible, y se compone por todos aquellos que en el mundo creen y practican de corazón la fe verdadera, es decir, la fe de la Palabra de Dios.
No hay más que una cabeza de la iglesia, el Señor Jesucristo, quien gobierna a Su iglesia por Su Palabra y el Espíritu Santo. Ningún hombre puede, en modo alguno, usurpar este título para sí. Quien lo haga, haya hecho o lo vaya a hacer, se opone frontalmente a Cristo.
miércoles, 14 de junio de 2017
SIN EL EVANGELIO
Juan Calvino
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
Rev. Amós López Rubio Hoy recordamos el comienzo de la Reforma Protestante en la Alemania del siglo XVI cuando el monje agus...
-
El Día del Señor La Confesión de Westminster Capítulo 21 Sección 7 7. Así como es ley de la naturaleza que, en general, una propor...